Calidad del Aire: Selección Esencial de Tecnología para Ahorro en Ventilación Controlada por Demanda (DVC)
Optimizar la ventilación controlada por demanda (DCV) contribuirá a un ambiente interior mejorado con menores costos operativos. Solo es posible optimizar el sistema mediante una medición precisa del dióxido de carbono (CO2 )
Las personas pasan el 90 % de su tiempo sin estar en contacto con el aire libre. Los estudios indican que la calidad de aire interior (IAQ) está directamente relacionada con el bienestar y la productividad de la gente. El nivel de CO2 puede utilizarse como indicador de la presencia de seres humanos en ambientes interiores. La presencia de CO2 es una señal de ventilación insuficiente y, a menudo, una indicación de otros olores desagradables en el aire. El 30 % de los edificios tienen una IAQ insuficiente. La forma más económica de determinar la demanda de ventilación consiste en medir el dióxido de carbono, que se incrementa conforme a la cantidad de personas presentes. Si se controla la ventilación conforme al nivel de CO2 en lugar de hacerlo según la cantidad supuesta de personas que ocupan el espacio, la calidad de aire interior puede mantenerse fresca sin sobre ventilar ni desperdiciar energía.
Relacionar el desempeño del CO2 con los sistemas DCV
En las iniciativas de edificios ecológicos, como los Sistemas de Calificación LEED, se establece qué medidas deben adoptarse cuando las condiciones de CO2 varían en un 10 % o más del punto específico definido del usuario. El sistema de automatización del edificio lanzará una alarma automática y ajustará la ventilación en consecuencia o se lanzará una alarma para los ocupantes del edificio. Por lo general, la estabilidad del sistema de ventilación solo se chequea y ajusta durante la puesta en marcha. Una vez colocados, se espera que los transmisores de CO2 funcionen en forma constante durante al menos cinco años. Por lo tanto, la selección de la tecnología de medición de CO2 no solo es importante para las especificaciones iniciales de precisión sino también para la estabilidad.
Mantener los estándares de IAQ puede resultar un desafío al mismo tiempo que se realizan esfuerzos por alcanzar mejor performance en eficiencia energética. La mayoría de los fabricantes de sensores de CO2 ofrecen una especificación inicial de precisión del orden de las ±50 a 100 ppm a niveles de concentración de 1000 ppm. Si se configura el sistema para mantener un nivel de CO2 inferior a las 800 ppm en el espacio y el error del sensor se configura en 80 ppm, la desviación puede conducir a falsas alarmas. Si la indicación del nivel de CO2 es demasiado baja, limitará la cantidad de aire fresco. Si la indicación del nivel de CO2 es demasiado alta, dejará entrar más aire exterior no acondicionado al espacio que el necesario. Si el sensor tiene una estabilidad a largo plazo insuficiente, es probable que la situación empeore con el paso del tiempo.
Para evitar falsas alarmas, es necesario poder contar con sensores de CO2 estables en el tiempo. AKRIBIS cuenta con sensores compatibles con todas las aplicaciones de sistema de manejo de aire, como niveles variables de CO2 externos o instalaciones con ocupación continua, por ejemplo, hospitales, lugares de trabajo, edificios residenciales y geriátricos. El sensor de CO2 para ducto se ubica realmente en el ducto. Los sensores disponibles en AKRIBIS ofrecen otros beneficios como tolerancia a la condensación del agua y buena tolerancia a la temperatura, lo que permite su uso en aplicaciones de refrigeración. Para conocer este tipo de sensores, haga click aquí.
Equipos de CO2
Además, es preciso tener estos sensores calibrados para tener certeza de que los valores indicados o medidos, dentro de ciertas tolerancias, sean correctos. AKRIBIS calibra por medio de su laboratorio de metrología AKRIMET, temperatura (INTI SAC), humedad (INTI SAC), presión, CO2, masa, dimensional, PH y variables eléctricas. Para tener más información sobre calibración de CO2, haga clik aquí.