La calidad del aire en interiores (IAQ) se mide con medidores de humedad y sensores de temperatura y CO₂ para garantizar los estándares para la comodidad de las personas en interiores. Aunque la comodidad de las personas depende de la interacción de múltiples variables, optimizar la humedad relativa, la temperatura y el CO₂ al medir la calidad del aire en interiores (IAQ), satisface los requisitos de comodidad para una amplia variedad de ocupantes que optimizar solo la temperatura.

La humedad relativa baja en el aire de interiores produce malestar en los seres humanos. El dolor de cabeza, los ojos irritados, el dolor de garganta y la piel seca son síntomas de un ambiente interior seco. El aire seco reduce la defensa natural contra las infecciones en el aire y hace que las personas estén vulnerables al ataque de los virus y otros microorganismos. Además de los problemas asociados con la humedad baja, la humedad media demasiado alta también puede causar problemas. Estos problemas están relacionados con el crecimiento y la propagación de contaminantes biológicos poco saludables y con el efecto dañino de la humedad en los materiales de construcción.

Por lo general, los seres humanos son menos sensibles a la humedad que a la temperatura. En general, las personas no asocian la incomodidad y los posibles problemas de salud con las variaciones en la humedad relativa. Aquí es donde una buena tecnología puede ayudar a los sentidos humanos. Una medición de humedad confiable es la clave para el éxito del control de la humedad.

La ventilación controlada por demanda (DVC) funciona al controlar la ventilación según la cantidad de personas que ocupan un espacio. El objetivo es proporcionar una buena calidad del aire en interiores a los ocupantes con ventilación eficiente.

El estándar europeo EN 13779: 2007 define la buena calidad del aire en interiores de la siguiente manera: «La calidad del aire en interiores puede clasificarse por la concentración de CO₂ «. Esta noción establece los cimientos para operar DCV al medir el CO₂ y controlar la ventilación en consecuencia. El estándar también establece la expectativa normal para el nivel de CO₂ en interiores de 400–600 ppm, que está ligeramente por encima de los niveles normales en el aire exterior (400 ppm). Los modernos sistemas de ventilación están construidos alrededor de esta suposición para garantizar una calidad de aire interior suficientemente buena y al mismo tiempo mantener la eficiencia energética.

Aunque en realidad, esto se aplica principalmente a las modernas oficinas con sistemas de ventilación modernos. Los estudios de campo muestran que las condiciones normales de la oficina tienen una concentración de 1.500 ppm de CO₂, que puede parecer un nivel muy alto, pero el límite reglamentario que se considera seguro para las personas es aún mayor: 5.000 ppm de dióxido de carbono durante un período de ocho horas.

Cuando los niveles de CO₂ en interiores aumentan, las habilidades cognitivas, como la respuesta a una crisis, la estrategia y el uso de la información, se reducen solo al 20 % en una concentración de 1.400 ppm de CO₂ en comparación con el nivel normal en exteriores de 400 ppm. Algunas de las habilidades más mecánicas, como la búsqueda de información y la orientación a la tarea, no se ven muy afectadas. Sin embargo, las habilidades cognitivas, que requieren una aplicación de información más avanzada, son las más afectadas. Manejar tareas más avanzadas se vuelve mucho más difícil cuando aumentan los niveles internos de dióxido de carbono. La medición precisa del aire en interiores y una mejor ventilación son vitales para las capacidades cognitivas de las personas que trabajan en oficinas.

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La calidad del aire en interiores (IAQ) se mide con sensores de CO2, temperatura y humedad para garantizar los estándares para la comodidad de las personas en interiores. Aunque la comodidad de las personas depende de la interacción de múltiples variables, optimizar tanto la temperatura como la humedad relativa satisface los requisitos de comodidad para una amplia variedad de ocupantes que optimizar solo la temperatura. El nivel de CO2 es una medición sustituta para la calidad del aire en interiores y la presencia de personas.

La comodidad, productividad y la sensación de salud y bienestar de las personas son el resultado positivo de un ambiente interior saludable.

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